El término insomnio es utilizado con frecuencia por muchas personas en conversaciones informales para referirse a su falta de sueño. Sin embargo, pocos saben qué es realmente el trastorno del insomnio y cómo afecta gravemente a la vida de quienes lo padecen. Es importante mantenerse informado sobre el tipo de trastornos del sueño que afectan a millones de personas cada año, porque uno de ellos podría estar afectándole a usted o a un ser querido. Aquí encontrará todo lo que necesita saber sobre el insomnio, un trastorno del sueño muy conocido pero no tanto.
¿Qué es?
En su definición más simple, el insomnio es la incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Cada año, 60 millones Los estadounidenses padecen insomnio en algún grado. Puede ser algo que dure un par de días o puede prolongarse durante meses y ser más a largo plazo. Si se prolonga durante mucho tiempo, se habla de insomnio crónico o agudo. El insomnio crónico afecta a las personas durante un mes o más. Lo más habitual es que el insomnio agudo dure unos pocos días o semanas. Suele estar provocado por un acontecimiento importante que hace que la persona pierda el sueño. Por ejemplo, un momento estresante en el trabajo puede llevar a una persona a perder el sueño.
Causas y factores de riesgo
El adulto medio necesita dormir entre 7 y 8 horas cada noche. Aunque una persona se acueste ocho horas, eso no significa que duerma ocho horas de calidad. Los trastornos del sueño a menudo se manifiestan como insomnio, por lo que es importante saber cuál es la verdadera causa del problema. Usted o un ser querido pueden padecer insomnio si cumplen alguno de los siguientes criterios1.
Edad avanzada: Se cree que esto se debe a que los adultos mayores tienden a tener menos control sobre sus sistemas fisiológicos del sueño.
Género2: Las investigaciones han demostrado un aumento de la prevalencia del insomnio en las mujeres menopáusicas o durante la fase de menstruación.
Trastornos psiquiátricos: Padecer depresión, estrés o ansiedad puede estar más relacionado con padecer insomnio crónico. Padecer insomnio con un trastorno psiquiátrico no hace sino agravar el problema. Cualquier emoción extrema puede provocar insomnio frecuente.
Trastorno del sueño: Un trastorno del sueño como la apnea del sueño puede provocar insomnio, ya que interrumpe el sueño. Provoca interrupciones de la respiración durante la noche, por lo que nunca se duerme lo suficiente.
Dieta: Algo tan básico como la dieta puede estar afectando a su capacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Las bebidas con cafeína u otros estimulantes como la nicotina pueden afectar a la calidad del sueño. Aunque te duermas enseguida, es posible que nunca llegues a las fases más profundas del ciclo del sueño, imprescindibles para un descanso robusto. Además, comer demasiado poco antes de irse a la cama también puede causar molestias físicas que impidan un buen sueño. Puede tratarse de reflujo ácido o de una sensación general de saciedad.
Cuestiones médicas: Incluso enfermedades que parecen no tener nada que ver con el sueño pueden, de hecho, impedirlo. Algunas de estas enfermedades son la diabetes, el asma, las cardiopatías, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
Impacto
Efectos del insomnio crónico 30% de la población estadounidense en general. Es el trastorno del sueño más frecuente en Estados Unidos y sus síntomas no deben ignorarse. Muchas personas lo experimentan a lo largo de su vida, pero no se lo toman tan en serio como deberían.
Síntomas
Usted o un ser querido puede tener insomnio si experimenta:
- Bajo rendimiento laboral
- Falta de concentración
- Depresión y ansiedad
- Despertarse demasiado pronto
- Sólo periodos cortos de sueño
- Estar despierto la mayor parte de la noche
- Fatiga
- Mal humor
- Accidentes
Diagnóstico y tratamiento
Demasiadas personas no buscan un diagnóstico para el insomnio, porque piensan que es normal o algo que pueden manejar por sí solas. La primera vez que pregunte a su médico si tiene insomnio, le hará una serie de preguntas rutinarias sobre el aumento de peso, los ronquidos y su salud mental. En función de sus conclusiones, le harán las pruebas que consideren oportunas. A menudo, esto se hará en forma de una prueba de sueño durante la noche con el fin de controlar los patrones de movimiento y los ciclos de sueño. También pueden pedirle que realice una evaluación de su sueño. Esto implicará llevar un diario durante un par de semanas para controlar la cantidad de sueño que ha tenido y su calidad. La mejor manera de llevar esto a cabo es hacer un gráfico esbozar las características del sueño.
Si descubren que padece un trastorno específico del sueño, le recetarán elementos de tratamiento para ello. Sin embargo, si padeces insomnio generalizado, hay ciertas cosas que puedes hacer para aliviarlo o eliminarlo por completo.
Cambiar los hábitos de sueño: A veces, la raíz del insomnio son unos hábitos de sueño poco saludables o unas condiciones de vida estresantes. Estos malos hábitos o situaciones deben abordarse y eliminarse. Si una persona se encuentra con factores estresantes repetidos, debe hacer lo posible por eliminarlos o encontrar formas de sobrellevarlos. Además, la educación sobre el sueño saludable es esencial. No deben utilizar aparatos electrónicos una hora antes de acostarse, abstenerse de comer antes de dormir e intentar acostarse a la misma hora todas las noches.
Si los cambios en el estilo de vida no funcionan, puede plantearse hablar con su médico sobre los medicamentos y la terapia del sueño. Los especialistas del sueño podrán ayudarle a determinar cuál es el mejor curso de acción para ayudarle a obtener el descanso adecuado que necesita.
Si usted o un ser querido cree que padece insomnio o tiene problemas para dormir, asegúrese de Contacto ¡para obtener ayuda hoy mismo!
- Insomnio: Definición, Prevalencia, Etiología y Consecuencias. Thomas, Roth. J Clin Sleep Med. 2007 Aug 15; 3(5 Suppl): S7-S10.
Johnson EO, Roth T, Schultz L, Breslau N. Epidemiology of DSMIV insomnia in adolescence: lifetime prevalence, chronicity, and an emergent gender difference. Pediatrics. 2006;117:e247-56.