¿Sabe cuando lleva mucho tiempo sentado -durante un viaje en coche, o tal vez una película aburrida- y se muere de ganas de levantarse y estirar las piernas? ¿Te imaginas sentirte así? todo el tiempo¿Incluso cuando intentas dormirte? Eso es lo que experimentan las personas con un trastorno común llamado síndrome de las piernas inquietas.
¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?
El síndrome de las piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que provoca una sensación de picor, agitación o "pinchazos" en las piernas, que puede aliviarse moviéndolas. Los trastornos nocturnos causados por el SPI pueden afectar gravemente a la calidad del sueño.
El síndrome de las piernas inquietas es una afección bastante común; los estudios han descubierto que Afecta a 1 de cada 10 estadounidenses, de los cuales 5 millones padecen SPI de moderado a grave.. Es más frecuente en las mujeres y más común en personas de mediana edad o mayores, aunque no se limita a estos grupos. De hecho, un millón de niños en edad escolar padecen esta enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas y por qué es un trastorno del sueño?
La característica definitoria del SPI es una molestia persistente en las piernas, cuya intensidad puede variar de leve a dolorosa. Estas sensaciones tienden a ser más intensas por la noche y a desaparecer por la mañana. Suelen aparecer cuando la persona está en reposo, como durante el sueño o un periodo prolongado sentada, y se alivian con el movimiento, como caminar, inquietarse o dar patadas.
Las piernas inquietas se consideran trastorno del sueño porque impiden el descanso profundo. Los afectados pueden sentir la necesidad de levantarse durante la noche y estirar las piernas para aliviar los síntomas. De lo contrario, el movimiento involuntario durante el sueño puede despertarles de un sobresalto, molestando a menudo también a los compañeros de cama. Esta incapacidad para descansar puede provocar agotamiento diurno y enfermedades crónicas. fatiga.
¿Cuáles son las causas del trastorno?
Los científicos aún no tienen claras las causas exactas del SPI, pero hay pruebas que apoyan que está relacionado con un desequilibrio de dopamina, una sustancia química que controla el movimiento del músculo liso, en el cerebro.
El trastorno también tiene una base genética. Es hereditario: el 60% de los pacientes de SPI tienen un familiar con la misma afección.
Hay otras afecciones relacionadas con el síndrome de las piernas inquietas. Las enfermedades crónicas, como la diabetes y la insuficiencia renal, pueden desencadenar la aparición del trastorno. Ciertos medicamentos, como los antinauseosos, los antipsicóticos, los antidepresivos y los sedantes para el resfriado o las alergias, pueden agravar los síntomas. Por último, las piernas inquietas son bastante frecuentes durante embarazoaproximadamente 40% de las mujeres embarazadas lo experimentan temporalmente en el tercer trimestre.
Reconocer y tratar el SPI
El primer paso para tratar el SPI es reconocerlo, lo que puede resultar complicado, ya que tanto los pacientes como los médicos pueden considerarlo un problema nervioso o de envejecimiento. Para diagnosticar el trastorno, los médicos buscan las características específicas del SPI y a veces consultan los antecedentes familiares del paciente. Otras pruebas, como un análisis de sangre para detectar deficiencias de hierro, pueden eliminar otras posibles causas.
En estudio del sueño en el centroo polisomnografía, puede determinar si un paciente padece el síndrome de las piernas inquietas o tal vez un trastorno del sueño más grave como apnea del sueño.
Ciertos cambios en el estilo de vida y tratamientos caseros pueden ayudar a aliviar los síntomas. Adoptar un horario de sueño y un régimen de ejercicio regulares, reducir el consumo de cafeína, alcohol y cigarrillos, tomar suplementos dietéticos y perder peso pueden ayudar. Los masajes o estiramientos de piernas, los baños calientes y el uso de medias de compresión también pueden aliviar las sensaciones.
Existen algunos medicamentos que pueden utilizarse para tratar el SPI. Entre ellos se incluyen fármacos que afectan a los niveles de dopamina en el cerebro, analgésicos y anticonvulsivos.
Creo que podría tener las piernas inquietas
Si coincides con estos síntomas -o si los notas en tu compañero de cama (recuerda que el SPI puede ser muy molesto también para la persona que comparte la cama)- no dejes de comentárselos a tu médico. Sea específico sobre el tipo de dolor que experimenta, cuándo aparece y si el movimiento puede aliviarlo.
Si cree que las piernas inquietas pueden estar alterando su sueño, realice nuestro cuestionario de somnolencia y comente los resultados con su médico.
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